Eduardo Cicchino, el joven de 26 años que había sido apuñalado en un bar del barrio porteño de San Telmo después de festejar la clasificación de Boca Juniors a las semifinales de la Copa Libertadores, murió ayer luego de permanecer dos semanas internado en el Hospital Argerich.
Cicchino, quien era estudiante universitario de ingeniería industrial y músico, no se pudo recuperar de las heridas recibidas en la zona cardíaca durante el ataque registrado el pasado 19 de mayo, en el bar «Seddon», en Chile y Defensa.
Durante su internación, el joven fue operado tres veces y los médicos del centro de salud habían llegado a vislumbrar una posibilidad de recuperación
Por el homicidio, un hombre de 52 años permanecía detenido en una unidad penal del Servicio Penitenciario Federal.
El brutal ataque ocurrió el 19 de mayo por la noche, después de la definición por penales que clasificó a Boca a las semifinales de la Copa Libertadores frente a Nacional de Montevideo.
Eduardo y dos amigos miraban el partido cuando un hombre de unos 50 años comenzó a hacer comentarios contra ellos y luego empezó a insultarlos: «Bosteros de mierda, los voy a matar».
Cuando el partido terminó, los tres amigos salieron del bar, el sujeto los siguió y, en medio de una cantidad de insultos, sacó de entre sus ropas un cuchillo, para luego aplicarle un puntazo en el pecho de Eduardo.
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