De nuestra redacción.– Las autonomías municipales son conquistas inherentes a la busca de identidad por parte de los pueblos y hablan del sentido republicano que animó a los precursores, deseosos de conservar un perfil propio, lugareño y a veces rústico, pero afianza do en un sentido tradicional respetuoso de la idiosincrasia propia y ajena. Hoy día, por las propias necesidades del hombre en evolución, los compartimentos estancos han abierto paso a las integraciones regionales. Los mares, los ríos y los mercados desconocen de fronteras artificiales y avanzan por sobre las demarcaciones empíricas para establecer su propio estado de derecho. Sin embargo, hay recurrencias que, bien observadas, hablan de la necesidad de generar esa integralidad que va más allá de los estrechos límites que el hombre quiere establecer en su relación vecinal. Para ir a ejemplos concretos, podríamos referimos a las campañas que realizan algunas comunas con el fín de disminuir los niveles de contaminación ambiental provocada por la pésima combustión de los motores, especialmente en camiones y transportes públicos de pasajeros. El control exhaustivo que realizan muchas comunas entre ellas, la nuestra ha evidenciado situaciones que podrían tomarse jocosas si no comportaran un peligro para la sociedad en su conjunto. De otra manera, ¿cómo explicar, si no por vía del absurdo, que en un operativo llevado a cabo en la zona céntrica de esa comuna, se comprobara que un alto porcentaje de conductores no contaba con la correspondiente licencia habilitante y que la mayoría de ellos manejaba modernas unidades de transporte de una de las líneas principales de la zona? Toda acción restringida a un área determinada con prescindencia de las restantes involucra el principio de fracaso. En la falta de normas genéricas se basan los infractores para maniobrar con un ‘status quó” que alienta ese fracaso de las parcialidades. En algunas comunas existen antecedentes de conductores que reaccionan a infracciones de tránsito. En ocasiones, las boletas con el monto son sistemáticamente ignoradas por los infractores. Habría que arbitrar mínimos recursos para establecer que ayuden a aplicar premios y castigos. La moderna aparatología especialmente diseñada para monóxido de carbono, hidrocarburos y óxidos -originados en la incompleta combustión de los motores-. debe ser aprovechada para debilitar el frente de ataque de los enemigos de la salubridad y, al mismo tiempo, como importante fuente de ingresos. Al respecto, valdría apuntar aquel viejo dicho de origen español, refirmado por José Hernández en su célebre “Martín Fierro»: “La unión hace la fuerza”.
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