El Hospital de Niños «Ricardo Gutierrez» y el Garraham son los Centros de referencia para esta enfermedad (Consultorio Externo de Infectología)
Para disminuir el riesgo de contraer y trasmitir la enfermedad se aconseja seguir determinadas medidas de higiene personal y alimentaria.
El 19 de agosto se conmemora el Día Nacional de lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico (SUH).
El SUH es una enfermedad que produce anemia y fallo renal (al paciente se lo ve pálido, deja de orinar y puede estar irritable) se observa con mayor frecuencia durante los meses de verano y primavera. Es causada por un grupo de bacterias llamadas Escherichia Coli, que producen una toxina llamada verotoxina y afecta principalmente a niños menores de 4 años y especialmente a los menores de dos años, aunque también puede manifestarse en niños más grandes y más raramente en adolescentes y adultos.
En la mayoría de los casos, la primera manifestación suele ser una diarrea acuosa que luego se hace diarrea con sangre, en ocasiones comienza directamente como diarrea con sangre. Otros síntomas de alerta en el niño son palidez, ausencia o escasez de orina, manchas rojas en la piel, vómitos, dolor abdominal, fiebre, somnolencia, decaimiento, irritabilidad, alternancia entre sueño e irritabilidad y hasta convulsiones.
Se trata de una enfermedad caracterizada por daño renal, anemia y plaquetas bajas, pero también puede afectar otros órganos como intestino, sistema nervioso central, páncreas, corazón e hígado.
Se contagia a través de la carne cruda y mal cocida, lácteos y jugos no pasteurizados, agua no potable y del contacto con la materia fecal del enfermo.
En nuestro país, donde el SUH es endémico, se producen entre 300 y 500 casos nuevos por año, con una tasa de incidencia anual promedio de 1 caso cada 100.000 habitantes.
En el periodo 2017 hasta la fecha se habían notificado 32 casos, y en 2018 en el mismo período se notificaron 12 casos de SUH en residentes con domicilio en la CABA.
En lo que va del año 2018 la tasa más alta de notificaciones de SUH se observó en el grupo de edad de 2 a 4 años.
Es fundamental conocer cómo prevenir esta enfermedad, ya que genera consecuencias graves y muchas veces irreversibles.
Las vías de contacto más comunes son:
Leche cruda, no pasteurizada o derivados (manteca, crema, quesos y yoghurt). Aguas contaminadas (de pozo sin hervir o clorar, piletas, ríos). Al manipular carne cruda y verduras contaminadas sin respetar las debidas pautas de higiene. A través de las manos sucias después de cambiar pañales o ir al baño. Jugos de frutas no pasteurizados. Contacto directo con materia fecal de animales.
Para disminuir el riesgo de contraer y trasmitir la enfermedad se aconseja seguir determinadas medidas de higiene personal y alimentaria.
Antes de preparar o consumir alimentos, lavarse siempre las manos con agua y jabón.
El Hospital de Niños «Ricardo Gutierrez» es el Centro de referencia para esta enfermedad (Consultorio Externo de Infectología, Mansilla 3120)
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