MV p/LR.- Nunca más exacto que el arte es una auténtica forma de expresión. Y es en nuestro barrio, en la Usina, donde pueden verse plasmados los sentimientos más puros, los de los niños, ante el horror y la deshumanización del hombre con el hombre.
La reacción ante la crueldad, la pérdida, el hambre, el castigo son lo menor de lo que estos niños han experimentado y sufrido. Sus dibujos son su grito, su llanto, su dolor y también son vida, esperanza, ternura, en esa dicotomía que nos ayuda a sobrevivir al sufrimiento, la incomprensión y la injusticia de lo humanamente inexplicable
Solo el recuerdo permite que los errores no se repitan, recordar es no olvidar. No olvidar que solo nosotros podemos evitar que el horror vuelva a repetirse. Ese horror que debía estallar en la mirada de estos niños y que, seguramente, nunca en su vida pudieron olvidar.
Visitar la muestra es una experiencia irrepetible, es ver el dolor desde los ojos inocentes de criaturas que encontraron en el arte, la posibilidad de expresar al mundo la experiencia vivida, quizás para que el mundo no los olvidara.
Muestra La historia de los chicos.
Usina del Arte
Caffarena, Agustin R. 1 (esquina Pedro De Mendoza)
Del 19 11 al 20 12, excepto feriados
Actividad Gratuita
Dibujos en el gueto de Terezín 1943-1944
Curada por el Museo Judío de Praga y conformada por 40 dibujos realizados por niños que estuvieron en cautiverio en el Gueto de Terezin durante la Segunda Guerra y que fueron guiados por una artista de la Bauhaus, Friedl Dicker Brandeis quien les dio herramientas expresivas y creativas para sobrevivir; un material excepcional por sus características.
Además habrá un ciclo de cine programado por el Museo del Cine, un ciclo de charlas con sobrevivientes del Holocausto (organizado con la Fundación Generaciones de la Shoa) que invitará al público a unirse en un ejercicio de memoria, evocando los recuerdos dolorosos pero también las historias de amor y superación, y una imperdible actividad de pintura para chicos y adolescentes que trabajarán guiados por cuatro grandes artistas: Milo Lockett, Rep, Marcos López y Pedro Roth.
El público podrá además disfrutar de una audio-guía especialmente creada para la muestra y un material pedagógico de juego para enriquecer la experiencia y recorrido de los más chicos.
Actividades:
- La historia de los chicos. Dibujos en el gueto de Terezín 1943-1944 (Muestra): jueves y viernes 14 a 20 hs. Sábados, domingos y feriados 11 a 20 hs. – Espacio Laberinto
- Ciclo de Cine: sábados 16 hs. Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken
- Ciclo Conversando (Charlas con sobrevivientes): sábados 15 hs. – Sala Microcine
- Ciclo de pintura para chicos y adolescentes: Sala Nave mayor (inscripción previa en Vocesdeterezin@gmail.com – chicos de 8 a 17 años, cupos limitados)
- Milo Lockett: sábado 21 de noviembre, 16 hs.
- Pedro Roth: domingo 29 de noviembre, 16 hs.
- Marcos López: domingo 6 de diciembre, 16 hs.
- Rep: domingo 13 de diciembre, 16 hs.
Por primera vez se exhibirá en Buenos Aires la muestra de facsímiles de dibujos que realizaron niños que estuvieron cautivos durante el Holocausto en el Gueto de Terezín (República Checa). Este material integra la colección permanente del Museo Judío de Praga. Originalmente fortaleza militar de Checoslovaquia, Terezín fue durante la Segunda Guerra Mundial transformada en un gueto “modelo” de carácter transitorio; desde aquí los prisioneros eran deportados a los campos de concentración. Aunque los nazis pretendían promocionarlo casi como un retiro o spa, las 140.000 personas que pasaron por allí padecieron hacinamiento, desnutrición y enfermedades antes de ser enviados a campos de exterminio. Entre su apertura (Noviembre de 1941) y su cierre (Abril de 1945) unos 15.000 niños habitaron el gueto, sólo 100 sobrevivieron. Para proteger a los niños, la administración judía creó mejores condiciones de vivienda y alimentación para ellos. Establecieron “dormitorios” donde alojaban 30 chicos por sexo, edad e idioma. El cuidado y educación estaba a cargo de tutores, que también daban clases clandestinas de arte, lengua y literatura, historia y ciencias naturales que ayudaron a fortalecer la identidad y la moral de supervivencia Friedl Dicker-Brandeis pintora, inventora y diseñadora austríaca, llegó a Terezín junto a su esposo en 1942. Formada en la Bauhaus junto a Paul Klee y Kandinsky, era consciente de los efectos terapéuticos del arte. Se dedicó a dar lecciones a los chicos del gueto, con ejercicios que trabajaban tanto elementos técnicos (el color, la luz, la composición) como la creatividad, la imaginación y la expresión personal. Friedl llegó al gueto con dos maletas llenas de pinturas (había restricciones de peso y al ingresar al gueto todos eran despojados de efectos personales de valor). Poco antes de ser deportada a Auschwitz, reunió la producción de sus alumnos y los escondió en esas mismas valijas. Más de 4.000 dibujos fueron entregados años más tarde al Museo Judío de Praga que actualmente los exhibe y custodia. Este valiosísimo material se ha presentado en diversos museos e instituciones en Europa, Asia y Estados Unidos. En una muestra organizada en Tokio, el rabino Abraham Cooper (decano asociado del Centro Simon Wiesenthal) dijo sobre la artista “… fue una persona que utilizó su arte para darle fuerzas a la humanidad, cuando las bases de la civilización estaban amenazadas; que utilizó sus habilidades artísticas para brindarle esperanza a los niños, en una época en la que todo lo que ellos presenciaban y experimentaban era deshumanización y muerte”.
Los niños de Terezín dan cuenta de su existencia al plasmar sus sueños, anhelos, recuerdos y miedos en los retazos de papeles que su maestra logra conseguirles. En cada dibujo hay implícita una negativa a desaparecer, una resistencia a los mandatos del sistema que los aísla, que los torna ‘invisibles’ para el resto del mundo. Es por medio de la expresión artística que estos chicos dejan constancia de su existencia e identidad.
Be the first to comment