El diseño en la Ciudad sigue su desarrollo

Mientras Buenos Aires se prepara para ser en octubre la sede de un nuevo Festival Internacional de Diseño, aún goza la convocatoria que tuvo la 12ª Feria Puro Diseño desarrollada en junio en La Rural (que según sus organizadores congregó a 370 expositores y 100.000 visitantes) y el mote de “ciudad de diseño” que la Unesco le otorgó en 2005, una categoría permanente.

Argentina vive una explosión de diseño. Si bien la Ciudad de Buenos Aires se consolidó como el gran referente de la industria, otros focos comienzan a surgir y asentarse a lo largo del territorio nacional. Más diseñadores se animan a montar sus empresas, más diseño se exporta y más miradas extranjeras se orientan hacia estas pampas.

 

El Centro Metropolitano de Diseño (CMD) es un actor principal en este nuevo desarrollo. Se trata de un programa a cargo del Gobierno porteño que data del 2001 y que busca fomentar el desarrollo de la industria en Buenos Aires. Su edificio, inaugurado en 2010 en el ex Mercado del Pescado, Barracas, nuclea multiples actividades y proyectos vinculados al sector.

El CMD se apoya en dos pilares fundamentales que sirven de guía al resto de sus actividades: un programa de incorporación de diseño orientado a todas las pymes porteñas y la creación de un distrito de diseño en sus alrededores, para que Barracas se construya como un polo en el que se asienten las empresas del sector tentadas con exenciones impostivas.

Según el reciente estudio “Pyme + Diseño”, desarrollado en conjunto por el Instituto Metropolitano de Diseño e Investigación, el Observatorio de Industrias Creativas, la Fundación Observatorio Pyme de la Unión Industrial Argentina y la Universidad de Bologña, el 70% de las empresas del Área Metropolitana de Buenos Aires desarrolló tareas de diseño en los últimos dos años.

Aunque el análisis del sector, publicado en 2011 sobre datos obtenidos en 2009 y 2010, resalta que sólo el 22% contrató el servicio, dejando en manos de personal de la empresa la tarea del diseño de sus páginas web, imagen institucional, rediseño de productos existentes o nuevos productos, una tendencia que presenta el desafío de ser revertida.

En Buenos Aires, los servicios de diseño intensivo están presentes sobre todo en la indumentaria, el mueble, la marroquinería y los objetos de diseño, siendo el primero de ellos el que más exporta. De México “para abajo”, el trabajo local se hace presente con locales propios o simplemente con la exportación del diseño, sostiene Avogadro.

 

La Encuesta Nacional de Diseño de Indumentaria de Autor 2011 fue desarrollada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y la Fundación Pro Tejer y relevó la situación de este importante subsector de la industria argentina. Uno de sus primeros datos habla de 200 empresas dedicadas al negocio, distribuidas en 13 provincias y la Capital Federal.

La Ciudad de Buenos Aires lidera el escenario, mientras que Santa Fe, Tucumán y Mendoza se consolidan como polos, Córdoba disminuye su influencia, y Salta y la provincia de Buenos Aires se afianzan como escenarios emergentes, mientras que Misiones, Corrientes y Chaco crecen de manera lenta pero constante, según sostiene el trabajo coordinado por Patricia Marino.

Entre los números que arroja la encuesta se destaca que el 90% de las empresas tiene menos de 10 años en el mercado, que emplean de forma directa o indirecta a 3230 personas, que facturan en conjunto alrededor de $384.000.000 (número que asciende a $ 399.500.000 si se tiene en cuenta productos complementarios como los accesorios, la joyería y el calzado) y que produce anualmente 1.010.000 prendas.

Como se ve, tanto en Buenos Aires como en el resto del país, se trata de pequeñas empresas que comienzan a despegar con los conflictos y tensiones propias del crecimiento económico que experimentan y constituyen un sector de la economía que es bueno observar sin la mirada snob con que muchas veces se la mira, atentos a una industria cultural en expansión.

El diseño en la Ciudad sigue su desarrollo

Mientras Buenos Aires se prepara para ser en octubre la sede de un nuevo Festival Internacional de Diseño, aún goza la convocatoria que tuvo la 12ª Feria Puro Diseño desarrollada en junio en La Rural (que según sus organizadores congregó a 370 expositores y 100.000 visitantes) y el mote de “ciudad de diseño” que la Unesco le otorgó en 2005, una categoría permanente.

Argentina vive una explosión de diseño. Si bien la Ciudad de Buenos Aires se consolidó como el gran referente de la industria, otros focos comienzan a surgir y asentarse a lo largo del territorio nacional. Más diseñadores se animan a montar sus empresas, más diseño se exporta y más miradas extranjeras se orientan hacia estas pampas.

 

El Centro Metropolitano de Diseño (CMD) es un actor principal en este nuevo desarrollo. Se trata de un programa a cargo del Gobierno porteño que data del 2001 y que busca fomentar el desarrollo de la industria en Buenos Aires. Su edificio, inaugurado en 2010 en el ex Mercado del Pescado, Barracas, nuclea multiples actividades y proyectos vinculados al sector.

El CMD se apoya en dos pilares fundamentales que sirven de guía al resto de sus actividades: un programa de incorporación de diseño orientado a todas las pymes porteñas y la creación de un distrito de diseño en sus alrededores, para que Barracas se construya como un polo en el que se asienten las empresas del sector tentadas con exenciones impostivas.

Según el reciente estudio “Pyme + Diseño”, desarrollado en conjunto por el Instituto Metropolitano de Diseño e Investigación, el Observatorio de Industrias Creativas, la Fundación Observatorio Pyme de la Unión Industrial Argentina y la Universidad de Bologña, el 70% de las empresas del Área Metropolitana de Buenos Aires desarrolló tareas de diseño en los últimos dos años.

Aunque el análisis del sector, publicado en 2011 sobre datos obtenidos en 2009 y 2010, resalta que sólo el 22% contrató el servicio, dejando en manos de personal de la empresa la tarea del diseño de sus páginas web, imagen institucional, rediseño de productos existentes o nuevos productos, una tendencia que presenta el desafío de ser revertida.

En Buenos Aires, los servicios de diseño intensivo están presentes sobre todo en la indumentaria, el mueble, la marroquinería y los objetos de diseño, siendo el primero de ellos el que más exporta. De México “para abajo”, el trabajo local se hace presente con locales propios o simplemente con la exportación del diseño, sostiene Avogadro.

 

La Encuesta Nacional de Diseño de Indumentaria de Autor 2011 fue desarrollada por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial y la Fundación Pro Tejer y relevó la situación de este importante subsector de la industria argentina. Uno de sus primeros datos habla de 200 empresas dedicadas al negocio, distribuidas en 13 provincias y la Capital Federal.

La Ciudad de Buenos Aires lidera el escenario, mientras que Santa Fe, Tucumán y Mendoza se consolidan como polos, Córdoba disminuye su influencia, y Salta y la provincia de Buenos Aires se afianzan como escenarios emergentes, mientras que Misiones, Corrientes y Chaco crecen de manera lenta pero constante, según sostiene el trabajo coordinado por Patricia Marino.

Entre los números que arroja la encuesta se destaca que el 90% de las empresas tiene menos de 10 años en el mercado, que emplean de forma directa o indirecta a 3230 personas, que facturan en conjunto alrededor de $384.000.000 (número que asciende a $ 399.500.000 si se tiene en cuenta productos complementarios como los accesorios, la joyería y el calzado) y que produce anualmente 1.010.000 prendas.

Como se ve, tanto en Buenos Aires como en el resto del país, se trata de pequeñas empresas que comienzan a despegar con los conflictos y tensiones propias del crecimiento económico que experimentan y constituyen un sector de la economía que es bueno observar sin la mirada snob con que muchas veces se la mira, atentos a una industria cultural en expansión.