En la Ciudad: Desalojaron a manteros en Once

manterosDespués de años, los alrededores de la estación Once quedaron finalmente liberados de puestos de venta ilegal, tras un operativo sorpresa realizado entre el Gobierno porteño y la Justicia Contravencional. Sin embargo, no se dejó una custodia policial fija, con lo cual existe el riesgo de que los manteros se vuelvan a instalar.

“Les dimos un golpe duro”, resumió un funcionario del Gobierno porteño. Los 40 inspectores y 30 empleados de Logística del Ministerio de Espacio Público Porteño, junto con personal de la Unidad de Investigaciones Complejas de la Fiscalía General Contravencional de la Ciudad y el apoyo de la Policía Metropolitana llegaron a Once a las 5.30 y se quedaron hasta las 9.30. Levantaron 30 puestos truchos sobre avenida Pueyrredón entre Rivadavia y Corrientes. Para tener noción de lo que es la venta ilegal en la zona, incluso un domingo de enero, en el operativo fueron secuestradas 655 bolsas con mercadería que debieron ser trasladadas por 16 camiones a un depósito judicial.

Hubo un sólo incidente, cuando un mantero incendió un cesto papelero y agredió a un policía, con lo cual terminó detenido.

Se trató de un primer paso para reordenar la segunda zona más conflictiva de la Ciudad en cuanto a venta ilegal, después de Liniers. De acuerdo a un relevamiento realizado por FECOBA, en el sector entre Corrientes, Pueyrredón, Rivadavia y Pasteur había hasta ayer 421 puestos en las calles y otros 1.656 en 22 ferias tipo Saladita, contra 2.769 comercios legales, casi en relación uno a uno. Además de la competencia desleal, la venta callejera provocaba una visible degradación del barrio, con veredas ocupadas, basura acumulada e inseguridad.

El avance de la venta ilegal en la zona fue tan grande que Once directamente se convirtió en un shopping trucho a cielo abierto. “Detrás de la actividad operan organizaciones que manejan mucho dinero, que están controladas por muy pocos dueños y que se manejan fuera de la ley como verdaderas mafias para lucrar en el espacio público”, aseguró Patricio Di Stéfano, subsecretario de Espacio Público. De hecho, la Justicia porteña realizó en las últimas dos semanas seis allanamientos a depósitos en la zona desde los cuáles se distribuía a los manteros la mercadería, e incluso también a quioscos de diarios donde se guardaban algunos productos por las noches.

La idea del Gobierno porteño es completar el ordenamiento de Once con obras públicas. Hay dos iniciativas. Por un lado, reparar veredas, iluminación, regularizar marquesinas y otras cuestiones en todo el entorno de la terminal, plan que se iniciaría en marzo. Y para un poco más adelante está planificada una intervención integral en el centro de trasbordo de la plaza, que incluirá cambiar recorridos de líneas de colectivos, ampliar las dársenas, colocar nuevos refugios y mobiliario urbano y otras medidas similares a las que se realizaron en Constitución y Retiro.

Claro que todos estos avances sólo serán posibles en la medida en que el espacio recuperado no vuelva a ser usurpado. ¿Se podrá lograr sin una presencia policial permanente? La duda es grande. “No tenemos suficientes agentes en la Metropolitana para cubrir también Once, donde además la fuerza aún no tiene una comisaría. A primera hora de mañana (por hoy) informaremos a la Federal del operativo que hicimos, es responsabilidad de ellos custodiar la zona ”, afirmó una fuente del Gobierno porteño.

El diario Clarín recorrió la zona ayer por la tarde. No observó a ningún policía, ni de la Metropolitana ni de la Federal. Y si bien el área estaba despejada, sobre la vereda de la estación en Pueyrredón ya se había instalado dos manteros a vender golosinas y bebidas, y en las siguientes cuadras hasta Corrientes había otros cinco puestos, aunque muy precarios.

En todos los anteriores operativos importantes de este tipo, como los realizados en Florida y Retiro, siempre se dejó una custodia policial permanente (ver Zonas…). El único antecedente en sentido contrario fue negativo: el 11 de diciembre, luego de nueve marchas de comerciantes contra la venta ilegal, la Justicia ordenó sacar a los manteros de la avenida Avellaneda. Tras enfrentamientos con la Metropolitana, la zona fue liberada, pero ante la falta de vigilancia permanente, a las pocas horas los puestos volvieron a instalarse en el lugar.

En la Ciudad: Desalojaron a manteros en Once

manterosDespués de años, los alrededores de la estación Once quedaron finalmente liberados de puestos de venta ilegal, tras un operativo sorpresa realizado entre el Gobierno porteño y la Justicia Contravencional. Sin embargo, no se dejó una custodia policial fija, con lo cual existe el riesgo de que los manteros se vuelvan a instalar.

“Les dimos un golpe duro”, resumió un funcionario del Gobierno porteño. Los 40 inspectores y 30 empleados de Logística del Ministerio de Espacio Público Porteño, junto con personal de la Unidad de Investigaciones Complejas de la Fiscalía General Contravencional de la Ciudad y el apoyo de la Policía Metropolitana llegaron a Once a las 5.30 y se quedaron hasta las 9.30. Levantaron 30 puestos truchos sobre avenida Pueyrredón entre Rivadavia y Corrientes. Para tener noción de lo que es la venta ilegal en la zona, incluso un domingo de enero, en el operativo fueron secuestradas 655 bolsas con mercadería que debieron ser trasladadas por 16 camiones a un depósito judicial.

Hubo un sólo incidente, cuando un mantero incendió un cesto papelero y agredió a un policía, con lo cual terminó detenido.

Se trató de un primer paso para reordenar la segunda zona más conflictiva de la Ciudad en cuanto a venta ilegal, después de Liniers. De acuerdo a un relevamiento realizado por FECOBA, en el sector entre Corrientes, Pueyrredón, Rivadavia y Pasteur había hasta ayer 421 puestos en las calles y otros 1.656 en 22 ferias tipo Saladita, contra 2.769 comercios legales, casi en relación uno a uno. Además de la competencia desleal, la venta callejera provocaba una visible degradación del barrio, con veredas ocupadas, basura acumulada e inseguridad.

El avance de la venta ilegal en la zona fue tan grande que Once directamente se convirtió en un shopping trucho a cielo abierto. “Detrás de la actividad operan organizaciones que manejan mucho dinero, que están controladas por muy pocos dueños y que se manejan fuera de la ley como verdaderas mafias para lucrar en el espacio público”, aseguró Patricio Di Stéfano, subsecretario de Espacio Público. De hecho, la Justicia porteña realizó en las últimas dos semanas seis allanamientos a depósitos en la zona desde los cuáles se distribuía a los manteros la mercadería, e incluso también a quioscos de diarios donde se guardaban algunos productos por las noches.

La idea del Gobierno porteño es completar el ordenamiento de Once con obras públicas. Hay dos iniciativas. Por un lado, reparar veredas, iluminación, regularizar marquesinas y otras cuestiones en todo el entorno de la terminal, plan que se iniciaría en marzo. Y para un poco más adelante está planificada una intervención integral en el centro de trasbordo de la plaza, que incluirá cambiar recorridos de líneas de colectivos, ampliar las dársenas, colocar nuevos refugios y mobiliario urbano y otras medidas similares a las que se realizaron en Constitución y Retiro.

Claro que todos estos avances sólo serán posibles en la medida en que el espacio recuperado no vuelva a ser usurpado. ¿Se podrá lograr sin una presencia policial permanente? La duda es grande. “No tenemos suficientes agentes en la Metropolitana para cubrir también Once, donde además la fuerza aún no tiene una comisaría. A primera hora de mañana (por hoy) informaremos a la Federal del operativo que hicimos, es responsabilidad de ellos custodiar la zona ”, afirmó una fuente del Gobierno porteño.

El diario Clarín recorrió la zona ayer por la tarde. No observó a ningún policía, ni de la Metropolitana ni de la Federal. Y si bien el área estaba despejada, sobre la vereda de la estación en Pueyrredón ya se había instalado dos manteros a vender golosinas y bebidas, y en las siguientes cuadras hasta Corrientes había otros cinco puestos, aunque muy precarios.

En todos los anteriores operativos importantes de este tipo, como los realizados en Florida y Retiro, siempre se dejó una custodia policial permanente (ver Zonas…). El único antecedente en sentido contrario fue negativo: el 11 de diciembre, luego de nueve marchas de comerciantes contra la venta ilegal, la Justicia ordenó sacar a los manteros de la avenida Avellaneda. Tras enfrentamientos con la Metropolitana, la zona fue liberada, pero ante la falta de vigilancia permanente, a las pocas horas los puestos volvieron a instalarse en el lugar.