Buenos Aires invita a pasear por sus anchas avenidas y descubrir rincones que pueden pasar desapercibidos entre la multitud. Claro que, con la llegada del verano, el asfalto se hace cada vez más irritante y caminar por la metrópolis porteña puede asemejarse a una exploración en el Amazonas. Ese ejercicio que tanto recomiendan los médicos logra agotar y exasperar pero, ¡que no panda el cúnico! Siempre hay una solución y nada es más refrescante que disfrutar de un sabroso helado artesanal.
Por suerte, la ciudad está colmada de heladerías y cada paseo viene acompañado de una dulce tentación para atenuar el calor. Aquí, tres recomendaciones para saborear el más rico postre helado mientras recorremos la capital argentina:
- Vía Flaminia: la calle Florida es el paseo obligado de turistas y ciudadanos. Galerías, solares históricos, paseos de compras, locales de artículos regionales, artesanos y artistas callejeros captan la atención de los transeúntes, que se reúnen en la peatonal ocupando todo hueco transitable. En el 121 de esa calle, se encuentra Vía Flaminia, una de las mejores heladerías de Buenos Aires según blogs turísticos de la Argentina y del exterior. Sin duda, la especialidad aquí es el helado de frutilla al agua, ideal para los días en que estalla el termómetro. El foco de la elaboración parece puesto en los gustos frutales: el sabor es muy concentrado y la consistencia lo hace ideal para acompañar variedades más cremosas.
- Abuela Goye: si bien la especialidad de esta casa barilochense son sus exquisitos chocolates, el helado no se queda para nada atrás. Abuela Goye sorprende con diez variedades de helado de chocolate y cuatro de dulce de leche, además de sabores exclusivos que nos abre un portal de frescura hacia el mismísimo bosque patagónico. Entre esos últimos se destaca la incomparable Selva Negra, una espectacular mousse de chocolate con crema de guindas, muy combinable con las mezclas frutales que ofrece la casa -como el melón con cassis y la vainilla con frutilla- en sus tres sucursales: Hipólito Yrigoyen 428 (frente a Plaza de Mayo), Florida 506 y Galerías Pacífico.
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Etzio: a pesar de que esta heladería escapa a la lista de los clásicos de Buenos Aires, bien merece una mención. Justo a la vuelta del Paseo de la Plaza, en Montevideo 364, Etzio se convierte en un rincón de delicioso descanso para quien se pasó la tarde comprando libros sobre Corrientes o acaba de salir de algún teatro. Además de atender de maravilla, los elaboradores de Etzio pueden estar orgullosos de su producto final. Imperdible el ananá entre los helados de agua y el sambayón entre las cremas.