Homenaje al Maestro Fileteador León Untroib

Al cumplirse cien años del Nacimiento de León Untroib, uno de los más grandes fileteadores de nuestro país, nacido en tierras europeas pero maestro del arte en Argentina, su mejor discípulo, Luis Zorz, artífice del Patrimonio Urbano, elaboró una chapa fileteada que se descubrirá en la puerta de su último domicilio, calle Catamarca entre Brasil y Cátulo Castillo, el sábado 10 de Diciembre a la 11 horas.
Adhieren al acto: Museo Manoblanca de Pompeya, Foro de la Memoria de Parque de los Patricios, Ateneo Porteño del Tango, y Teatro Pompapetriyasos, entre otras entidades.

Los trabajos de Untroib son un regalo para los ojos, un estallido de colores, de ternura, de alegrias, donde el estilo rococo se une con lo creativo oriental. Sus dragones, sus aves, sus rizos, sus banderas, sus sirenas, sus soles y sus flores no son otra cosa que sabias combinaciones de tonos y matices. Cada obra de Untroib, cuadro o filete, es una entrega total, unica, original, propia de un artista de jerarquia mundial que desborda dignidad profesional.

Leon Untroib, Maestro del fileteado y vecino ilustre de Patricios, nació en Ostrog, Polonia el 25 de diciembre de 1911. Falleció en Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1994. En la calle Catamarca, entre Brasil y Cátulo Castillo, perdura su espíritu, uno de los grandes Maestros del fileteado.
Aún nacido en  Polonia, vivió la mayor parte de su vida en nuestra ciudad, donde cultivó su arte.
Por aquella época el fileteado constituía la estética característica de los medios de transporte, desde carros de tiro hasta camiones y transporte público.
En 1975 una Ley de alcance nacional, aún absurdamente vigente, prohibe su aplicación al transporte publico por considerarlo caótico y obstaculo de la visual. De ahi en más el Maestro Leon y tantos otros fileteadores pasaron su arte al «caballete», reducido a talleres privados y salas de arte. En la plaza de San Telmo aún se mantiene en pie el arbol seco del cual el Maestro León colgaba sus obras cada fin de semana. Hoy muchos y muchas jovenes fileteadores homenajean la memoria de este Maestro y de tantos otros, con su oficio y la agradecida memoria de su legado.

Homenaje al Maestro Fileteador León Untroib

Al cumplirse cien años del Nacimiento de León Untroib, uno de los más grandes fileteadores de nuestro país, nacido en tierras europeas pero maestro del arte en Argentina, su mejor discípulo, Luis Zorz, artífice del Patrimonio Urbano, elaboró una chapa fileteada que se descubrirá en la puerta de su último domicilio, calle Catamarca entre Brasil y Cátulo Castillo, el sábado 10 de Diciembre a la 11 horas.
Adhieren al acto: Museo Manoblanca de Pompeya, Foro de la Memoria de Parque de los Patricios, Ateneo Porteño del Tango, y Teatro Pompapetriyasos, entre otras entidades.

Los trabajos de Untroib son un regalo para los ojos, un estallido de colores, de ternura, de alegrias, donde el estilo rococo se une con lo creativo oriental. Sus dragones, sus aves, sus rizos, sus banderas, sus sirenas, sus soles y sus flores no son otra cosa que sabias combinaciones de tonos y matices. Cada obra de Untroib, cuadro o filete, es una entrega total, unica, original, propia de un artista de jerarquia mundial que desborda dignidad profesional.

Leon Untroib, Maestro del fileteado y vecino ilustre de Patricios, nació en Ostrog, Polonia el 25 de diciembre de 1911. Falleció en Buenos Aires, el 8 de noviembre de 1994. En la calle Catamarca, entre Brasil y Cátulo Castillo, perdura su espíritu, uno de los grandes Maestros del fileteado.
Aún nacido en  Polonia, vivió la mayor parte de su vida en nuestra ciudad, donde cultivó su arte.
Por aquella época el fileteado constituía la estética característica de los medios de transporte, desde carros de tiro hasta camiones y transporte público.
En 1975 una Ley de alcance nacional, aún absurdamente vigente, prohibe su aplicación al transporte publico por considerarlo caótico y obstaculo de la visual. De ahi en más el Maestro Leon y tantos otros fileteadores pasaron su arte al «caballete», reducido a talleres privados y salas de arte. En la plaza de San Telmo aún se mantiene en pie el arbol seco del cual el Maestro León colgaba sus obras cada fin de semana. Hoy muchos y muchas jovenes fileteadores homenajean la memoria de este Maestro y de tantos otros, con su oficio y la agradecida memoria de su legado.