De nuestra redacción.- Recubre todo el cuerpo humano cumpliendo funciones defensivas, respiratorias, hidratantes y nutritivas.
Para disfrutar sin preocupaciones el sol, es imprescindible dedicarle a nuestra piel las atenciones que merece. Cuando llegue el verano llegan las vacaciones y junto a ellas la comprensible ansiedad de disfrutar bajo el sol, durante el tiempo de descanso que cada uno dispone, todas aquellas actividades recreativas que por diferentes motivos debieron archivarse a lo largo del año.
Esa circunstancia conduce muchas veces a que en el apuro por “ponernos al día” no tomemos los recaudos necesarios con nuestra piel y la expongamos, blanca y desprotegida, a los intensos rayos que Febo nos dispara desde la estación más calurosa.
Así, es común que ya al concluir la primera jornada deestadía en la costa atlántica oen cualquier otra región turística muchos deban dormir,como se dice habitualmente en estos casos, “colgados de unapercha”. Para que esto no ocurra, antes debemos comprender algunos de los secretos que se esconden bajo la piel.
No hay dudas acerca de que la piel es el órgano más grande que posee el ser humano.Recubre la totalidad de su cuerpo, un área que oscila entre un metro y medio y dos metros cuadrados en una persona adulta, estableciéndode esa manera una barrera impermeable entre el exterior y los órganos internos.
Además de defendemos de los gérmenes y de las radiaciones solares, este tejido desempeña funciones defensivas, respiratorias,hidratantes y nutritivas e impide que los fluidos interiores entren en contacto con el medio externo. Como sino fuera suficiente, participa dela excreción de los productos de desecho por medio de la transpiración, colabora en la regulación de la temperatura corporal y nos hace reaccionar ante un golpe, pinchazo,cosquilla o quemadura.
La superficie visible y palpable de la piel es la epidermis que, sin darnos cuenta, descama cada 28 días.En su capa más profunda residen los melanocitos, células encargadas de elaborar unpigmento oscuro llamado melanina. Este no sólo es el responsable de conferirle colora la piel sino también de protegerla del sol, ya que actúa como una pantalla absorbiéndolos rayos ultravioletas.Debajo de la epidermis se encuentra la dermis, que contiene folículos pilosos,glándulas sebáceas y sudoríparas, terminaciones nerviosas, vasos sanguíneos,colágeno y elastina; estas dos últimas sustancias le otorgan ala piel su particular ductilidad.
La dermis, que con el paso del tiempo se deteriora gradualmente y provoca las indeseables arrugas, forma junto con la epidermis una membrana que descansa sobre un tejido subcutáneo llamado hipodermis, cuya función es amortiguar los golpes v actuar como aislante térmico v reservorio de nutrientes.
Pero a pesar de estas características comunes, no todos tenemos la misma piel,ya que la contextura v características de ésta se relacionan con diversos factores.
Veamos en consecuencia, cuáles son los principales tipos existentes:Piel normal o equilibrada.Es suave, tersa, flexible v mantiene un perfecto equilibrio entre la secreción sebácea y sudoral. Propia de los niños, es difícil encontrarla en los adultos Piel grasa. Brillosa, resbaladiza v gruesa al tacto, sus poros siempre están dilatados y envejece más tarde. Su presencia es más frecuente en los adolescentes, por el aumento de la actividad hormonal.