Las crisis, un medio para enfrentar cambios

Excl p/Novedades.- Durante ciertas etapas de la vida, se presentan cambios que no siempre estamos preparados para asumirlos. A veces, transitamos por caminos equivocados, sin proponemos un análisis profundo que nos haga sentir otra vez en forma plena

Llega la etapa del año, en que casi siempre, nos cuestionamos sobre los proyectos que hemos emprendido; los que vendrán, o los que no pudimos concretar…También, en que nos informamos y evaluamos las distintas posibilidades.Este momento moviliza no sólo al que se Io plantea, sino a los que lo rodean.

Específicamente en el caso delos chicos, que a sus padres les resulta difícil no volcar sus “propias” expectativas e historia vocacional. Muchos adolescentes piensan que en ese momento, se les hace un test para determinar: para qué sirven, qué pueden estudiar o qué grado de inteligencia tienen.

Pero la Orientación Vocacional es mucho más que eso, es todo un proceso, en el cual, juntos, profesional y entrevistado, se sientan a conversar sobre la búsqueda de lo que es conveniente, atendiendo las inquietudes, intereses e historia en particular, de cada consultante. Porque cada ser humano, es único e irrepetible.

El término Vocación proviene de la palabra “vocare”, esdecir, «llamado».¿Pero qué clase de llamado?.Es un llamado interno para ocuparun lugar entre los demás.

Es necesario trabajar con las posibilidades internas, para que este llamado adquiera un sentido y así, hallar cuál esel lugar que desea el consultante enel mundo de los otros, que tambiénes su mundo. La vocación “no se descubre”, se construye como parte de la propia identidad.

 No tiene que ser permanente. La elección, a veces no es de hoy y para siempre. Es muy factible cambiar de proyectos alo largo de Ia vida y eso no implica ningún fracaso. Fracasa más, aquel que no puede flexibilizarse para los cambios, que el que decide rectificar su rumbo. Por eso, a las clásicas etapas de consultas que todos conocemos, podemos sumar las siguientes:*Jóvenes que han entrado en crisis por su anterior elección y pasan por una crisis de valores más profunda, estando disconformes con su carrera, trabajo o rol social.

*Los adultos (entre 35 y 60años), que desean volver aformular sus elecciones previas o elegir un nuevo estudio, trabajo o actividad. Refiriéndonos específicamente a la mujer de cuarenta o más. En ella, entran en crisis sus objetivos de vida. En general, los hijos ya han crecido, lo cual le permite disponer de más tiempo para sí misma, resultando placentero para las que trabajaban o estudian; pero para aquéllas que no, resultará traumático. Más allá del momento en que cada uno se encuentre, lo importante es que siempre las crisis deben operar como un medio para enfrentar los cambios, que nos van a enriquecer y nunca como una paralización de nuestras actividades, con el consabido perjuicio que esto implica.