En la década del 70, una leve recuperación en los últimos años deja la puerta abierta a Huracán y podrá coronarse como campeón por primera vez en el profesionalismo. Comenzaron las buenas campañas y así, salió tercero en el Metropolitano del 72, dejando a Miguel Brindisi y a Roque Avallay como goleadores del torneo, y siendo el único equipo que le ganó al campeón San Lorenzo, en la segunda rueda con una goleada por 3 a 0.
Es entonces que el proceso iniciado por el director técnico César Luis Menotti en 1971, desembocó en el gran equipo, que se consagró campeón el 16 de septiembre de 1973, cuya formación quedó en la memoria de todo amante del buen trato de la pelota, más allá de los colores de la camiseta: Héctor Roganti, Nelson Chabay, Daniel Buglione, Alfio Basile, Jorge Carrascosa, Miguel Brindisi, Francisco Russo, Carlos Babington, René Houseman, Roque Avallay y Omar Larrosa. Huracán ganó el Torneo Metropolitano y quedó en la historia. Los diarios y revistas titulaban: “Parque de los Patricios, palacio del gol”, “Huracán sigue regalando fiestas” “¿Cuánto vale el abono a platea en Huracán?”
Así, el equipo que ganó el Torneo Metropolitano en 1973 tuvo la siguiente formación: Héctor Roganti, Nelson Chabay (Uruguay), Daniel Buglione, Alfio Basile, Jorge Carrascosa , Miguel Brindisi , Francisco Russo, Carlos Babington, René Houseman, Omar Larrosa , Roque Avallay, DT: César Luis Menotti
Suplentes: Miguel Ángel Leyes, Carlos Leone, Eduardo Quiroga, Francisco Del Valle, José Scalise, Edgardo Cantú, Julio Tello, Rubén Ríos, Adolfo Keurikián, Angel Tolisano, Alberto Fanesi, Carlos Zeballos, Alfonso Roma.
Con la misma base de jugadores, en 1974 llegó a la semifinal de la Copa Libertadores de América. En el 75 logró el subcampeonato en el Torneo Metropolitano, y en 1976, ya con la presencia en el primer equipo de dos notables jugadores, Héctor Baley y Osvaldo Ardiles, consagrados posteriormente campeones mundiales en 1978, volvió a quedar relegado al segundo puesto en el Metropolitano. En un torneo que tuvo un formato muy particular que terminó perjudicando las posibilidades de consagración de Huracán, que fue el conjunto de mejor rendimiento: tras una doble ronda de clasificación en la que se dividieron los participantes en dos grupos, en la que terminó primero en la Zona A, invicto (15 victorias y 7 empates, en 22 partidos), con un gran juego y una importante diferencia sobre los otros clasificados a la rueda final, perdió en la cancha de River lo que fue prácticamente una final contra Boca Juniors, a la postre campeón, cotejo que se llevó a cabo con mucha agua en el terreno de juego y formó parte de la definición en la que cada equipo jugó once partidos. Estos encuentros correspondieron a la Zona Campeonato, que se desarrolló con doce equipos, los seis clasificados de cada zona, en una sola vuelta de todos contra todos en cancha neutral. Es de destacar también que, en ese 1976, Huracán ganó los cinco clásicos que disputó durante el año contra San Lorenzo, su encumbrado y máximo rival. En 1977, el club firmó contrato con Adidas para ser el proovedor de la camiseta, convirtiéndose en la primera institución de Argentina en obtener indumentaria de dicha marca.
En la década del ’80, cuando los resultados futbolísticos no eran los mejores, Huracán cumplía el sueño de tener su propio campo deportivo, La Quemita.
Los años 80 no fueron buenos para el club. Luego de varios campeonatos ubicado de mitad de tabla para abajo, el Globo de Parque Patricios descendió en 1986, por primera vez, a la Primera B Nacional, tras 72 temporadas ininterrumpidas en Primera División. Pasó cuatro años militando en la segunda categoría, hasta que en el torneo 1989/90, de la mano de Carlos Babington, ahora como técnico, regresó a la máxima división.
Consolidado en Primera y con Héctor Cúper como técnico, logró el subcampeonato en el Clausura 1994, perdiendo el último cotejo frente a Independiente, que se consagró campeón, en Avellaneda.
Los malos manejos políticos y administrativos depositaron a Huracán en 1999 por segunda vez en la B Nacional. Con el regreso de Carlos Babington a la dirección técnica del equipo y con un plantel experimentado, en un año logró volver a la primera categoría.
Posteriormente, las malas administraciones causaron una nueva crisis económica y deportiva en el club. De esta manera, luego de realizar malas campañas, el Globo descendió por tercera vez en 2003. Tras otras cuatro temporadas, finalmente logró en 2007 el ascenso a Primera, esta vez dirigido por Antonio Mohamed, el popular Turco.
Después de cumplir con campañas medianamente satisfactorias durante los años 2007 y 2008, en el Torneo Clausura 2009, el equipo, que contó con la decisiva participación de Mario Bolatti, Javier Pastore, Matías Defederico y otros, con Ángel Cappa en la dirección técnica, desplegó un juego vistoso que rescató la esencia de un estilo que parecía olvidado, cumpliendo una actuación cuyos ecos perduran en el tiempo.