Nuestro editorial: Un año más en nuestro barrio y en nuestra vida

MV p/LR

 Todo se repite cíclicamente en nuestro barrio y en nuestra vida

  Alguna vez, en una ocasión similar a esta, pensamos: «Una etapa termina. otra etapa comienza; es el devenir de la vida que nos arratra en su alocado andar,

   Cada año que se va nos deja su bagaje de logros y de frustraciones, de pérdidas y de alegrías. Pero el hombre, fiel a su naturaleza, antes de terminar el balance ya está nuevamente inmerso en las expectativas que genera el mañana»…

  Y es esa misma naturaleza la que le permite levantarse obstinadamente después de cada traspiés  y mirar hacia el futuro con esperanza.

  Quizás esa sea la palabra mágica que nos impele para adelante, más allá de todo pesimismo: Esperanza.

  Recurramos a ella entonces, para superar nuestros miedos. Apostemos a un mundo mejor y apelemos a lo mejor de nosotros mismos para poner nuestro granito de arena en pos de ese objetivo. Si algo bueno logramos, por pequeño que sea, no habremos pasado en vano por la vida.

  Hemos pasado años duros, y nadie asegura que los que vienen no lo sean, pero debemos buscar en la fuerza de nuestra naturaleza la forma de impedir que la violencia nos avasalle.

   El objetivo es claro, ordenar la escala de valores de esta sociedad, para que la vida del hombre y el respeto por sus semejantes vuelva a tener el valor que ontológicamente le corresponde. No nos dejemos ganar por la angustia o la resignación. Un nuevo año comienza, tratemos que en él se fortalezca la esperanza.

  ¡ Por un buen año, y muchas felicidades!

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Nuestro editorial: Fin de año

 

  Alguna vez, en una ocasión similar a esta, pensamos: «Una etapa termina. otra etapa comienza; es el devenir de la vida que nos arratra en su alocado andar,

   Cada año que se va nos deja su bagaje de logros y de frustraciones, de pérdidas y de alegrías. Pero el hombre, fiel a su naturaleza, antes de terminar el balance ya está nuevamente inmerso en las expectativas que genera el mañana»…

  Y es esa misma naturaleza la que le permite levantarse obstinadamente después de cada traspiés  y mirar hacia el futuro con esperanza.

  Quizás esa sea la palabra mágica que nos impele para adelante, más allá de todo pesimismo: Esperanza.

  Recurramos a ella entonces, para superar nuestros miedos. Apostemos a un mundo mejor y apelemos a lo mejor de nosotros mismos para poner nuestro granito de arena en pos de ese objetivo. Si algo bueno logramos, por pequeño que sea, no habremos pasado en vano por la vida.

  Hemos pasado años duros, y nadie asegura que los que vienen no lo sean, pero debemos buscar en la fuerza de nuestra naturaleza la forma de impedir que la violencia nos avasalle.

   El objetivo es claro, ordenar la escala de valores de esta sociedad, para que la vida del hombre y el respeto por sus semejantes vuelva a tener el valor que ontológicamente le corresponde. No nos dejemos ganar por la angustia o la resignación. Un nuevo año comienza, tratemos que en él se fortalezca la esperanza.

  ¡ Por un buen año, y muchas felicidades!

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