De nuestra redacción.- Marcela tiene su comercio en la calle Entre Rìos. Naciò en Barracas. Allí se casò y formó su familia. Aùn recuerda el tranvìa 9 y los viejos trolebuses de su infancia. Añora a los que ya no estàn, pero disfruta de esta nueva etapa del barrio que permite a sus hijos no tener que dejarlo.
Cada esquina tiene su historia. La va burlando con hechos concretos, con epopeyas, y también con sueños que, de vez en cuando, se convierten en realidad. La esquina de Luzuriaga al 100 es cabal y representativa historia de Barracas, aunque el empedrado original de la calle ancha haya desaparecido y los comercios de principios de siglo, terminaran convertidos en polvo y olvido. Otras esquinas que albergaron cafés de fugitivos, fondas para verduleros con platos rebosantes de “busecas” y “risottos” al uso itálico, con sus variantes de “bagnacauda” piemontesa o “tagliaellis al dente», son cuatro interpretaciones de un pasado reciente.
Pero Barracas fue siempre Barracas, en su centro histórico, cuna de patricios y fundadores; hacia el Oeste, , con sus calles desparejas, acordonadas. Atràs quedaron el dialecto cerrado enarbolado en el juego de la murra, el vino fuerte, regional que caía desde la bota y remojaba las gargantas. Entre la pobreza y la quebrada ilusión de hacer la América, aquellos ingenuos que cruzaron el océano fueron construyendo un mundo particular que se fundió con la sangre de los que aquì estaban. Estas esquinas fueron testigos de la comunión entre los unos y otros, y de las bataholas políticas de los tiempos en que todos se adjudicaban el derecho a gobernar. Estas esquinas son, por todo eso, una historia en permanente evolución.
Ya no están las antiguas fondas. Fueron reeplazadas por modernas confiterías, luminosas y con estilo en su mobiliario. Algunas con diseños temáticos tienen una particularidad especial, otras adornadas con distintas especies de plantas le dan al lugar sensación de frescor y paz.
A cierta hora se vuelven bulliciosas. Se explica, los vecinos después de tanto aislamiento comienzan a salir. Por ahora es al aire libre. Terrazas balcones, patios, veredas, estacionamientos… todo es válido para cumplir con la consigna: Cuidarnos!
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