El Informe sobre el estado de la Cuenca Matanza Riachuelo elaborado por el Cuerpo Colegiado ( FARN – GREENPEACE – Asociación de Vecinos La Boca – ACDH – CELS ) instituido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha especificado respecto a los residuos y al problema de afluentes cloacales en el lugar de una manera precisa:
En materia de residuos, ACUMAR relevó la existencia de 447 basurales irregulares, planificó intervenciones en 269 de ellos y dejó a cargo de los municipios los 178 de menores dimensiones. Al cuarto trimestre de 2012 había cumplido su meta en un 69%. Sin embargo, los otros 83 quedaron pendientes desde entonces y poco se avanzó en los sitios de arrojo a cargo de las autoridades locales. Además, en un 57% de los lugares intervenidos, cuya custodia es responsabilidad de las autoridades locales, se detectó la presencia de residuos en cuatro o más inspecciones consecutivas. La limpieza de basurales, si bien es necesaria, resulta estéril si no se atiende la causa de su generación: la ausencia de una gestión integral de los residuos.
En esa dirección, el principal refuerzo que planificó la autoridad de cuenca es la construcción de 15 plantas de tratamiento de residuos (Ecopuntos) en los municipios de la cuenca. Cuando todos ellos estén en marcha, permitirían canalizar el 47% de los residuos generados. Es decir que al final de las actividades, y siempre que las plantas funcionen a su máxima capacidad, un 53% de los residuos que se recolectan formalmente (un alto porcentaje no ingresa al sistema por fallas en la recolección) continuarán yendo sin reducciones a disposición final. En el algunos casos a basurales municipales que no cuentan con medidas de seguridad para evitar impactos ambientales negativos (Gral. Las Heras, Cañuelas, Marcos Paz y San Vicente).
A la fecha no existen planes de gestión integral de residuos, a escala regional, que aborden las etapas de generación, separación en origen, recolección diferenciada, transporte, transferencia y adecuada disposición final, ni una regulación homogénea de este servicio, que consideramos público y esencial. Sin ellos, las acciones resultan insuficientes e implican, implícitamente, aceptar que la ba ura siga dispuesta irregularmente en gran cantidad de sitios, sin dar respuesta al origen de los basurales, la
generación de los pasivos ambientales y la transferencia de contaminación hacia barrios donde se ubican rellenos sanitarios al borde del colapso.
En materia de efluentes cloacales, ACUMAR supervisó los planes de las empresas concesionarias ABSA y AySA para que, además de extender la red del servicio, se realice un tratamiento de lo colectado que permita alcanzar, si se cumplen una serie de condiciones previas10, una calidad del agua apta para la armonía paisajística y la ausencia de olores. El logro del objetivo requiere llevar a cabo obras de infraestructura de gran envergadura, para lo cual se acordó un importante financiamiento del Banco Mundial.Algunas de las obras se encuentran terminadas (planta de pre-tratamiento Berazategui y
ampliaciones en las plantas de tratamiento El Jagüel y Sudoeste), otras en ejecución (plantas de tratamiento ACUBA y Villa Fiorito) y muchas demoradas, sin que aun haya plazos ciertos para su culminación (Colector Margen Izquierda, planta de pretratamiento y emisario Riachuelo y emisario Berazategui). El caso de ABSA es particularmente problemático ya que, debido a un desfinanciamiento de su Plan Director por parte de la Provincia de Buenos Aires, no se avanzó en ninguna de las intervenciones que exceden al plan de contingencia. Al finalizar el PISA se estima que aproximadamente un 80,7% del agua del Riachuelo provendrá de las plantas de tratamiento. Estas también serán una fuente relevante de carga orgánica en el Río de La Plata. Es por ello que un dato indispensable, aun no acreditado, es la carga másica de contaminantes orgánicos e inorgánicos que reciben las redes cloacales y la volcada posteriormente a los cursos de agua por las plantas.
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