Un superclásico pasado por agua

Esta vez, todo se condicionó para disminuir el fuego de la pasión que pone la hinchada en cada uno de estos encuentros.

Desde el clima -fue más un partido de water polo que uno de fútbol-, hasta el resultado: un uno a uno discutido como siempre por ambos sectores,  que entre chaparrones y mojaduras -muchos consideraron que debió ser suspendido-, apagó el acaloramiento y evitó las incidencias que siempre se temen en estos encuentros.

En resumen, un resultado para que reine la paz.  Enhorabuena.

Un superclásico pasado por agua

Esta vez, todo se condicionó para disminuir el fuego de la pasión que pone la hinchada en cada uno de estos encuentros.

Desde el clima -fue más un partido de water polo que uno de fútbol-, hasta el resultado: un uno a uno discutido como siempre por ambos sectores,  que entre chaparrones y mojaduras -muchos consideraron que debió ser suspendido-, apagó el acaloramiento y evitó las incidencias que siempre se temen en estos encuentros.

En resumen, un resultado para que reine la paz.  Enhorabuena.